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Donde caben dos, caben tres Javier Guitián "La Voz de Galicia" 10 de mayo de 2012
El exalcalde de un municipio coruñés (ARES) ha sido condenado, hace unos días, a cinco años de inhabilitación para cargo público por un delito electoral, al considerarse probado que manipuló el censo local en el año 2003. El tribunal correspondiente condena también a su ex compañera sentimental por el mismo delito, en un proceso de elecciones municipales que le dieron la victoria a su partido por un estrecho margen de votos. Sin duda, los lectores habrán reparado en la lentitud de la Justicia y en que, con toda probabilidad, el exregidor gobernó cuatro años por la cara; sin embargo, a mí esta sentencia me sugiere cosas bien diferentes.
Este buen hombre empadronó a setenta personas, poco antes de los comicios, de las cuales treinta y una fueron censadas en su casa y doce en la de su excompañera; además, viviendas en ruinas, inexistentes o un garaje propiedad de un empresario ya fallecido, dieron cobijo a estos nuevos «sin hogar». Condenar de un plumazo tan generosa conducta es, para mí, un error, porque por primera vez el pueblo, con algunas parroquias semivacías, vivió un esplendor demográfico aunque fuera solo por un día. Es verdad que eran figurantes que nadie conocía, que preguntaban desconcertados por el colegio electoral, pero eso es una cuestión menor.
Si todos los alcaldes actuaran como él, y algunos ya lo hacen, podríamos acabar con la despoblación de nuestros concellos rurales y el parque de viviendas, que hoy nos parece excesivo, bulliría con los nuevos vecinos. Creo que, desde Thomas Malthus, nadie ha contribuido de manera tan sobresaliente a la comprensión de los fenómenos de crecimiento demográfico como este buen samaritano. Piénsenlo: qué tiene de malo falsear un proceso electoral frente a la bondad infinita de quien da posada al peregrino en tan señalado día. ¡Cuánto agradecerían los concellos de O Courel y O Incio la visita de este alcalde para incrementar así su población y recuperar el esplendor perdido! Reparemos pues su honor y pensemos de qué manera reconocerle su acción.
Yo reivindico la conducta altruista de ese regidor y quisiera, por ello, hacer pública una duda, en la que espero que los lectores me ayuden. No sé si proponer esta historia para el guion de un episodio de la serie Padre Casares, que se rueda en esa hermosa localidad o, por el contrario, contratar a este señor para la campaña publicitaria de una conocida multinacional sueca. Si recuerdan, el eslogan de su anuncio televisivo dice que «donde caben dos, caben tres» y el exalcalde bien nos lo ha demostrado.
Ahora, al contrario de lo que ocurrió en las elecciones, los lectores pueden decidir.
Donde caben dos, caben tres
ResponderEliminarJavier Guitián
"La Voz de Galicia"
10 de mayo de 2012
El exalcalde de un municipio coruñés (ARES) ha sido condenado, hace unos días, a cinco años de inhabilitación para cargo público por un delito electoral, al considerarse probado que manipuló el censo local en el año 2003. El tribunal correspondiente condena también a su ex compañera sentimental por el mismo delito, en un proceso de elecciones municipales que le dieron la victoria a su partido por un estrecho margen de votos. Sin duda, los lectores habrán reparado en la lentitud de la Justicia y en que, con toda probabilidad, el exregidor gobernó cuatro años por la cara; sin embargo, a mí esta sentencia me sugiere cosas bien diferentes.
Este buen hombre empadronó a setenta personas, poco antes de los comicios, de las cuales treinta y una fueron censadas en su casa y doce en la de su excompañera; además, viviendas en ruinas, inexistentes o un garaje propiedad de un empresario ya fallecido, dieron cobijo a estos nuevos «sin hogar». Condenar de un plumazo tan generosa conducta es, para mí, un error, porque por primera vez el pueblo, con algunas parroquias semivacías, vivió un esplendor demográfico aunque fuera solo por un día. Es verdad que eran figurantes que nadie conocía, que preguntaban desconcertados por el colegio electoral, pero eso es una cuestión menor.
Si todos los alcaldes actuaran como él, y algunos ya lo hacen, podríamos acabar con la despoblación de nuestros concellos rurales y el parque de viviendas, que hoy nos parece excesivo, bulliría con los nuevos vecinos. Creo que, desde Thomas Malthus, nadie ha contribuido de manera tan sobresaliente a la comprensión de los fenómenos de crecimiento demográfico como este buen samaritano. Piénsenlo: qué tiene de malo falsear un proceso electoral frente a la bondad infinita de quien da posada al peregrino en tan señalado día. ¡Cuánto agradecerían los concellos de O Courel y O Incio la visita de este alcalde para incrementar así su población y recuperar el esplendor perdido! Reparemos pues su honor y pensemos de qué manera reconocerle su acción.
Yo reivindico la conducta altruista de ese regidor y quisiera, por ello, hacer pública una duda, en la que espero que los lectores me ayuden. No sé si proponer esta historia para el guion de un episodio de la serie Padre Casares, que se rueda en esa hermosa localidad o, por el contrario, contratar a este señor para la campaña publicitaria de una conocida multinacional sueca. Si recuerdan, el eslogan de su anuncio televisivo dice que «donde caben dos, caben tres» y el exalcalde bien nos lo ha demostrado.
Ahora, al contrario de lo que ocurrió en las elecciones, los lectores pueden decidir.
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/opinion/2012/05/10/caben-dos-caben-tres/0003_201205G10P20995.htm