Bachelet gana la Presidencia de CHILE
La socialista Michelle Bachelet se convertirá el próximo 11 de marzo en la primera presidenta de la República de Chile y su mandato conducirá al país hasta el año 2010, cuando festejará el bicentenario del comienzo de su proceso de independencia de España. Su victoria, por el 53,5% de los votos frente al 46,5% logrado por el conservador y multimillonario Sebastián Piñera, demuestra la solidez de la Concertación, la coalición que gobierna el país desde el 11 de marzo de 1990, capitaneada por socialistas y democratacristianos.
La mayor parte de los chilenos aún asocia a la derecha con la brutal dictadura de Pinochet, en la que participó activamente, de ahí que elección tras elección ésta no logre conquistar una victoria en las urnas que se le niega desde que Jorge Alessandri venciera en las elecciones presidenciales de 1958, hace ya casi medio siglo. En este sentido, la clave de la victoria de Bachelet, quien logró sólo el 46% de los votos en la primera vuelta, radica en el apoyo que le han prestado el Partido Comunista, independientes de izquierda y otras fuerzas minoritarias, que, a pesar de sus críticas hacia el compromiso de la Concertación con el modelo neoliberal y su opción irrenunciable por construir una alternativa social y política a la derecha y la coalición gubernamental, consideran que las reformas democráticas que requiere Chile para cerrar una Transición que ya dura tres lustros serían imposibles con un gobierno derechista.
La llegada de esta médico socialista a La Moneda era impensable hace tan sólo dos años, cuando desde su cargo de ministra de Defensa (la primera mujer también en asumir tal responsabilidad en Chile) parecía en desventaja frente a su compañero José Miguel Insulza, actual secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), y frente a la entonces canciller Soledad Alvear (democratacristiana). Pero su carácter abierto, cercano, y su énfasis en maquillar las grandes fallas de la gestión de la Concertación (la injusticia social que representa la enorme brecha que separa a los chilenos más ricos de los más pobres) la convirtieron en candidata única y la lanzaron a la arena electoral, donde ha logrado convertirse en la sucesora de Ricardo Lagos.
El gran desafío de Bachelet (hija de un general democrático fallecido en 1974 producto de las torturas de los subordinados de Pinochet; detenida junto a su madre en 1975 y vejada en el terrible centro de Villa Grimaldi) es imprimir un viraje a las políticas de la Concertación, con la instauración de un sistema electoral proporcional, la modificación de las leyes laborales de la dictadura militar aún vigentes (derecho a la negociación colectiva y derecho real de huelga), la elevación de las pensiones mínimas y asistenciales, la protección efectiva del medio ambiente, una política exterior más próxima a los gobiernos de izquierda de la región y el compromiso efectivo con la lucha contra la impunidad de los asesinos y torturadores de la dictadura militar.
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